Con la peque en la mochila... |
Es una salida de dificultad media; no tanto por la duración o la distancia, sino porque hay algunas subidas exigentes. ¡Pero que nadie se asuste! Nosotros la hicimos con la peque cuando tenía dos añitos y medio. Durante una parte del trayecto ella viajó cómodamente en la mochila, y durante otra parte caminó con nosotros.
La salida de la ruta se encuentra en la antigua estación del Carrilet, que queda justo a la entrada de Les Preses (pueblo muy cercano a Olot, en Girona). En una antigua estación de ferrocarril hay ahora una pequeña oficina de turismo, donde disponéis de un mapa orientativo.
Nuestra ruta deja atrás la estación y se adentra en la montaña, pasando junto a una granja. Es una buena oportunidad paraque los niños vean de cerca las gallinas y otros animales de granja, y es que el camino pasa literalmente por en medio de la granja. Hay un momento en que parece que el camino muera ahí mismo, pero enseguida veremos que continúa. Es el llamado Camí de les Barrincoles.
Camí de les Barrincoles |
El camino está bien señalizado, excepto en los 2 primeros km |
Pero antes de llegar al Puig Rodó hay dos paradas interesantes: por un lado, un merendero con mesas de madera ideal para hacer un descanso y comer algo. Estamos en el Área Recreativa de Xenacs. Además, justo al lado hay un restaurante por si necesitáis ir al WC o bien os apetece tomar algo. Justo al lado del restaurante comienza una pista que nos llevará hasta nuestro destino: el mirador del Puig Rodó, situado a una altura de 909 metros sobre el nivel del mar. Es un camino precioso, no excesivamente duro, que tiene una gran virtud para los niños: todos los árboles están señalizados con su nombre. Así los niños pueden aprender cosas nuevas en medio de la naturaleza.
Vacas bajando del Puig Rodó |
La bajada la haremos por el mismo camino, pero al llegar al merendero, tomaremos el Camí dels Bous, que nos lleva directamente al punto de partida y final de la excursión.
En total son casi 10 km de caminata. Nosotros lo hicimos con toda la tranquilidad del mundo en cuatro horitas y media. Es una excursión bonita, con un punto de exigencia, que no obstante puede hacerse con niños si os lo tomáis con calma y les dais los descansos adecuados (es muy posible que nosotros los necesitemos más que ellos!).
Vistas desde el mirador del Puig Rodó (909 m). |
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