23 de agosto de 2014

Museo del juguete de Figueres: un viaje nostálgico para niños y no tan niños



La evolución de los célebres cines NIC (1930-1950)
Si hay una visita agradecida cuando vas con niños son los juguetes. ¿A qué niño no le gustan? Ahora bien, ¿será igual de bienvenida una visita a un museo de juguetes? Lo hemos probado en Figueres (Girona), y la respuesta es clara: triunfo absoluto.
El ‘Museu del Joguet de Catalunya’ está en pleno centro de Figueres, que como sabéis es la ciudad que aloja también el Museo Dalí (principal foco de atracción de la ciudad). Concretamente, en la calle Sant Pere número 1, junto a la Rambla.
Antes de seguir, aquí van los horarios: de junio a septiembre, abre de lunes a sábado (10 a 19h) y domingos (11 a 18h). De octubre a mayo: cierra los lunes. Abre de martes a sábado (10 a 18h) y los domingos (11 a 14h).
Es un museo pequeño, pero muy bien aprovechado y también muy bien cuidado.
De todas formas, si por algo os recomendamos una visita a este museo es por tres motivos:
1. El personal: cuando vas con niños, se agradece muchísimo que los empleados de cualquier establecimiento (pero muy especialmente de éste) hablen con los niños y sean simpáticos con ellos. Por ejemplo, que les pregunten el nombre al comprar la entrada, que les sonrían. Así ha sido, asi que un 10 para las trabajadoras de este museo.
2. Precio: los niños no pagan. Al menos los menores de 6 años. Eso sí es noticia, ¿no creéis? Los adultos pagan 6 euros por cabeza.
3. Las piezas están expuestas de forma atractiva y estética, seduciendo por igual a niños y mayores.

En la entrada encontraréis una magnífica torre Eiffel de mecano, fabricada con 9.832 piezas y 8.623 tornillos. Y un primer ‘aperitivo’ de lo que encontraréis escaleras arriba. En cuanto subimos las escaleras, un colorido teatro nos hace de pórtico de entrada. Y, sobre el techo, el osito equilibrista Ernest recorre incansable su cuerda a derecha e izquierda. Los niños lo miran boquiabiertos.

Una vez dentro, ya os avanzamos que, tengáis la edad que tengáis, vais a pasar un buen rato. Lo que nos propone el museo es un viaje nostálgico (pero también documental) a través del juguete. Encontraremos muñecas de principios de siglo XX,  una clínica para muñecas de 1928, un espacio dedicado al cine NIC, otro al ratón Mickey, recortables, trenes eléctricos, coches de pedales centenarios, casas de muñecas... Incluso una joya como un teatrillo alemán de 1860.

Todos los juguetes están expuestos detrás de una vitrina. Os parecerá una obviedad, pero a los padres normalmente nos tranquiliza saber que si uno de los niños se escapa de nuestro control durante un momento no va a romper nada.
Otra cosa interesante de este museo es que tienen un espacio de juegos en la entrada, donde padres e hijos pueden jugar a juegos de toda clase, y otra pequeña sala arriba con el mismo fin. También hay una tienda de recuerdos y juguetes.

Más información en la web del museo: www.mjc.cat
¡Aquí van algunas fotos!

Entrada al museo


Clínica para muñecas (1928).

¿Qué os parece este coche a pedales? Data de 1932.

Cocinita de época.


Teatrillo Guiñol.

'Las guerras modernas' y otros juegos bélicos...

El ratón Mickey ha ido evolucionando con el tiempo...

Vale, impresionan un poco. Pero así eran las muñecas antiguas...

Ositos de peluche: ¡no podían faltar!


Teatro-entrada en la primera planta


Tren eléctrico de 1937.

17 de agosto de 2014

Fin de semana con niños en Sort y el Parque Nacional de Aigüestortes

El 'estany de Sant Maurici', este mes de agosto. Una  excursión para no perderse.
Cuando alguien nos habla de un destino de montaña, inevitablemente pensamos en los niños. ¿Se aburrirán? ¿Será peligroso? ¿Acabaremos arrepintiéndonos? Venciendo estos reparos, nos decidimos por pasar unos días en Sort, en pleno Pirineo de Lleida, y no nos arrepentimos.
Sort es conocido principalmente por dos cosas: es un foco tremendamente activo de deportes de aventura y es, también, la sede de la famosa administración de loterías de La Bruixa d'Or.

Magnífico tobogán de piedra
Dejemos de lado esto último (a pesar de las colas que veréis para comprar un décimo) y vayamos a lo interesante: contrariamente a lo que yo pensaba, Sort es un pueblo muy interesante para los niños. Una muestra clara es que abundan los parques infantiles, como el que hay en la Avinguda Comtes del Pallars -la calle central de Sort-. Tiene una gran extensión de césped y hay columpios de toda clase. Pero la estrella son los dos toboganes de cemento que dan acceso al parque: un larguísimo y pronunciado tobogán que os producirá pánico al principio y que finalmente triunfarán entre los niños (y tal vez entre los padres, ¡que acaban haciendo carreras entre sí!).

Un bañito en el Noguera-Pallaresa
Por otro lado, el río que atraviesa Sort de punta a punta, el Noguera Pallaresa, no sólo es el escenario de descensos de rafting y competiciones de kayak, sino que también es un lugar idóneo para que los pequeños se bañen. La orilla del río es poco pedregosa en varios tramos, similar a una pequeña playa. Pueden refrescarse en los días calurosos en un entorno natural. Eso sí: hablamos de la orilla; en principio no es un lugar adecuado para nadar.
En cuanto al alojamiento, nosotros optamos por los apartamentos Adelaida Pessets, que por un precio razonable (algo menos de 100 euros/día en temporada alta) nos permitieron ahorrar algunos gastos en comida. Son unos apartamentos muy bien ubicados, en pleno centro, y están bien equipados. Además están en un edificio modernista que le dan un toque singular. Quizá los apartamentos fallan un poco en la limpieza al llegar, pero vaya, en conjunto son más que correctos.
Por si queréis comer/cenar fuera, justo abajo hay un restaurante/cafetería que pertenece también a Pessets. Y, aparte, un par de recomendaciones: la primera, no os perdáis una visita al puesto ambulante de crepes que hay frente al apartamento -a 150 metros-. Se llama 'Crepes de muntanya', y tiene una considerable variedad de carta. La creperia funciona bajo el concepto 'slow food' y suele tener unas colas considerables. Por algo será...
¡No os perdáis esta crepería en Sort!
Y si queréis comer unas pizzas buenas a buen precio, vale la pena hacer una visita a Rialp, concretamente a la pizzeria 'Gall fer'. Suele llenarse, así que no es mala idea ir pronto.
Y en cuanto a los planes para hacer,os propongo dos: por un lado, una salida a caballo en cualquiera de las hípicas de la zona (por unos 20 euros podéis hacer una salida de una hora, acompañando al niño/a sobre el caballo si es muy pequeño).
Por otro lado, una excursión increíble al lago de Sant Maurici, que forma parte del Parque Nacional de Aigüestortes. Abajo tenéis algunas fotos que hablan por sí solas, pero os avanzo que es una salida de 4 km de subida y otros tantos de bajada (desde el parking de Espot). Es un recorrido de dificultad media-baja, que se puede hacer con niños acostumbrados a paseos largos (no es una excursión difícil, pero conviene tener mínimamente concienciados a los niños). Nosotros lo hicimos con una niña de cinco años. El último kilómetro es de subida pronunciada. Los otros tres son llanos o de subida moderada. En cualquier caso, una excursión excepcional que tiene premio al llegar arriba, con un enorme lago rodeado de verdes prados y caballos corriendo en libertad.

Un momento de la subida a Sant Maurici

Los caballos juguetean con los excursionistas junto al lago de Sant Maurici

Otra vista en Sant Maurici, con los caballos al fondo

¿Qué os parecen estos impresionantes caballos?

Un momento de la excursiónal lago, al inicio

Cascada de agua en el camino de subida a Sant Maurici