El nombre no engaña: encontraréis grandes toboganes y, además, con diferentes formas: lisos, con baches, con curvas, en espiral, en túnel... Los niños no se cansan de tirarse una y otra vez, y no es raro que los padres lo hagan también.
Tobogán doble: ideal para 'competiciones' entre padres e hijos... |
Algunos de los toboganes son tremendamente rápidos, lo que hace que los niños salgan disparados. Por eso es recomendable que, en el caso de los más pequeños (sobre todo los menores de 3 años), estemos atentos para ver cómo se manejan. Es el caso del 'tobogán de los baches', donde los niños literalmente vuelan. ¡Que nadie se asuste! No es en absoluto peligroso; se trata sólo de evitar pequeños percances.
Además de los toboganes, hay varias estructuras típicas de cualquier parque, pero destaca sobre todo la tirolina, de unos 40 metros de recorrido, donde los niños se lo pasan en grande.
La tirolina es uno de los grandes atractivos del parque |
El parque dispone también de un espacio de voleibol, zonas para jugar a fútbol e incluso espacios idóneos para sentarse a disfrutar del buen tiempo y comer algo en 'modo picnic'. No está nada mal teniendo en cuenta que el acceso es público y gratuito.
¿Cómo encontrarlo? Una vez en Sant Cugat, debéis ir a buscar la calle Josep Irla y subir hasta arriba de todo (el parque quedará a la izquierda, y su nombre oficial es 'Parc Turó de Can Mates').
Vista general del parque |